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Roberto Ranz: “Con visión y colaboración podemos preparar a los jóvenes para el futuro del trabajo”

Entrevistamos a Roberto Ranz, director general de la Fundación ASTI, sobre los proyectos de futuro que tiene la institución.

¿Qué retos tiene por delante la Fundación en lo que a vocaciones STEM se refiere?

Somos una Fundación joven pero muy activa que tiene por delante tres objetivos estratégicos a corto y medio plazo. En primer lugar, hacer sostenibles y aumentar el impacto de nuestros actuales tres programas para el desarrollo del talento STEM y el fomento de vocaciones científicas y tecnológicas: STEM Talent Girl, el desafío ASTI Robotics Challenge y STEAM Talent Kids. En este sentido, queremos llegar a impactar en muchos más alumnos, centros educativos y familias para desarrollar su talento digital y aumentar las cifras de estudiantes STEM.

En segundo lugar, nutrir y hacer crecer el ecosistema de instituciones y compañías que hacen posible nuestros programas desde un modelo ejemplar de colaboración público-privada. Queremos aportar cada vez más valor a nuestros partners y desarrollar alianzas de colaboración que sean positivas y provechosas para todas las partes, acompañando también a ASTI TechGroup en su crecimiento internacional.

Finalmente, tenemos ante nosotros también el reto del crecimiento orgánico, no lo solo a nivel de volumen de grupos de interés o stakeholders sino también de los órganos de gobernanza y consejos de propia Fundación que rieguen y aceleren el poder alcanzar los objetivos previos.

¿Es posible cambiar la realidad en este ámbito desde una fundación?

La respuesta es un sí muy rotundo, pero a la vez humilde. La clave de esta transformación es triple. Pasa, en primer lugar, por la visión, una visión lo más amplia y ambiciosa posible. Como esos canteros de la edad media, cada piedra que ponemos en la construcción de la educación y formación STEM de las personas tiene ante nosotros la visión de la catedral que queremos levantar en el tiempo como legado a la sociedad. Esta visión no solo necesita ser clarividente y ambiciosa, es preciso que a su vez sea una visión compartida por todos los agentes educativos y formativos: instituciones públicas, compañías y sociedad civil. De ahí la importancia que damos desde la Fundación ASTI a la colaboración y creación de ecosistemas para el desarrollo del talento. Por último, para cambiar de verdad la realidad es preciso un tercer ingrediente. No bastan solo los suelos y un equipo humano con su red de alianzas. Hace falta consistencia en el desarrollo de la actividad. Estamos convencidos de que con visión, colaboración y consistencia podemos mejorar la educación y formación digital de nuestro jóvenes, preparándoles para el futuro del trabajo. Un futuro que inexorablemente pasa por una hibridación de los conocimientos STEM, junto a las competencias soft que no son “robotizables”: la creatividad, la innovación o la inteligencia emocional.

Entendemos que la formación de las niñas y jóvenes es fundamental, pero ¿qué tipo de acciones se van a emprender para ayudar a las mujeres en su adopción de nuevas habilidades que está demandando el mercado?

Si bien existe un déficit de estudiantes que se decantan por las áreas STEM y, por tanto, una demanda creciente de profesionales en áreas como la ciberseguridad, data science o programación que no pueden ser cubiertas, lo cierto es que la brecha digital es especialmente significativa en población femenina. Desde el proyecto STEM Talent Girl trabajamos para fomentar las vocaciones científicas y tecnológicas de niñas y jóvenes desde una triple perspectiva. En primer lugar, mediante masterclass inspiradoras a cargo de mujeres STEM. En segundo lugar, con procesos de mentoring que acompañen a las alumnas en su desarrollo y conocimiento de las STEM y que favorezcan su orientación académica y profesional desde experiencias en entornos reales. Por último, con talleres y formación que acerquen la ciencia y la tecnología desde una perspectiva aplicada y social.

Promover el talento es uno de los objetivos de la Fundación, ¿hay algún objetivo concreto en este sentido? ¿hay nuevos proyectos?

Por supuesto. En este sentido tenemos dos áreas de innovación y crecimiento fundamentales. Por una parte, la oferta online de nuestros programas en formato plataforma para lograr un impacto exponencial. El mundo de la educación tras el coronavirus acelera estos formatos y esperamos en breve poder anunciar las novedades que estamos preparando en esta dirección, en colaboración con compañeros de viaje excepcionales como, por ejemplo, la Universidad Isabel I

Además de esta apuesta por la formación online, que será un plus de mejora a nuestra actividad presencial en colaboración con la Junta de Castilla y nuestra red de partners, tenemos por delante el reto del crecimiento internacional. La Fundación ASTI ha de estar y estará allí donde ASTI Mobile Robotics Group se encuentre. De ahí que nuestros pasos, bajo los auspicios y visión del Patronato de la Fundación, nos llevan a implantar en los próximos años programas para el desarrollo del talento también en Alemania, Francia y Estados Unidos.

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