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Las expectativas STEM de los jóvenes españoles en 4º de Educación Secundaria: qué nos enseña el informe PISA (II)

En un artículo anterior, analizamos las “expectativas STEM” de los jóvenes españoles de 4º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) hacia las profesiones de ciencia y tecnología a partir de sus respuestas al cuestionario de evaluación de contexto que incluye el informe PISA en el que se les pregunta sobre qué profesión se imaginan que ejercerán cuando alcancen los 30 años. 

Los datos mostraron no solo la desafección de los jóvenes españoles hacia las profesiones STEM (solo el 34,1% de los chicos y el 29,4% de las chicas de 4º ESO esperan desarrollar su futuro profesional en algún ámbito STEM a los 30 años), sino también diferencias significativas a nivel de género. Solo el 7,3% de las chicas de 15 años tiene la expectativa de trabajar en el campo de la ciencia y la ingeniería frente al 16% de los chicos, y solo el 1,2 % de las chicas españolas esperan trabajar en tecnologías de la información y la comunicación frente al 9,5 % de los chicos. Por contra, el 20,2% de chicas frente a solo el 8,0% de chicos espera trabajar como profesional en el sector de las ciencias de la salud 

En esta entrada abordaremos las expectativas profesionales de los jóvenes españoles en 4º de ESO en función del nivel socio-económico y el género  

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El índice ISEC en los informes PISA 

La serie histórica de los estudios PISA muestra que la elección de una profesión en los ámbitos STEM por parte de los jóvenes está influida por el nivel socioeconómico del alumnado. PISA establece un índice de estatus social, económico y cultural (ISEC) a partir de la información de contexto que cumplimenta cada alumno. Cuanto mayor es el valor del ISEC, mayor es el estatus socioeconómico.  

Este índice es una puntuación compuesta que promedia en una sola tres dimensiones: 1) el nivel educativo de los padres; 2) el estatus ocupacional de los padres; y 3) las posesiones del hogar como indicador de riqueza familiar. La información de cada uno de estos componentes se recoge para cada alumno a través del cuestionario de contexto que se realiza una vez concluida la prueba de lectura, ciencias y matemáticas. 

Este índice ISEC permite clasificar al alumnado, en un intervalo que va del subgrupo “alumnado desfavorecido” (cuarto inferior del índice) al “alumnado favorecido” (cuarto superior del índice). 

 

  1. A) Expectativas hacia las profesiones de Ciencias e Ingeniería por nivel socioeconómico y género

Según PISA 2018, en el caso del alumnado español solo el 4,1% de las chicas de 4º ESO dentro del subgrupo de alumnado desfavorecido tiene la expectativa de ejercer una profesión en el sector de las Ciencias y la Ingeniería cuando alcance los 30 años, frente al 8,5% de los chicos del mismo subgrupo (1,9 veces más chicos que chicas). Estos porcentajes son ligeramente superiores a los del total de la UE en el caso de las chicas (0,5 de proporción superior en España) y ligeramente superior en el caso de los chicos (1,6 %).  

En el caso del grupo de alumnado español favorecido socioeconómicamente, la proporción de chicas que tienen la expectativa de trabajar profesionalmente en el sector de las Ciencia y la Ingeniería sigue siendo inferior a la de chicos (10,9% de chicas frente al 23% de chicos), incrementándose en este caso ligeramente la diferencia porcentual entre chicos y chicas (2,1 veces más chicos que chicas). En comparación con el total de la UE, en España son porcentualmente más las chicas y chicos que optan por estudios de Ciencia e Ingeniería en el subgrupo del alumnado socioeconómicamente favorecido, si bien los chicos son el doble que las chicas en la UE como sucede aproximadamente en España. 

Por tanto, las diferencias de género a la hora de esperar trabajar en el campo de las Ciencias y la Ingeniería persisten independientemente del nivel socioeconómico, si bien son un porcentaje superior los alumnos socioeconómicamente favorecidos que esperan trabajar en este campo frente al grupo del alumnado desfavorecido (2,6 veces entre las chicas y 2,7 veces más entre los chicos). 

 

  1. B) Expectativas hacia las profesiones de Ciencias de la Salud por nivel socioeconómico

Entre los estudiantes de 4º ESO que tienen la expectativa de trabajar a los 30 años en profesiones relacionadas con las Ciencias de la Salud también se observan diferencias de género asociadas al nivel socioeconómico. Dentro del subgrupo del alumnado desfavorecido, el porcentaje de chicas que esperan trabajar en este campo es del 16,4% frente al 4,9% de los chicos (3,4 veces el de los chicos; 3,7 veces el total de la UE). En el caso del subgrupo del alumnado favorecido socioeconómicamente, las chicas siguen siendo mayoritarias (un 21,8% frente al 10,4 de chicos) si bien la diferencia de género disminuye (la proporción de chicas es 2,1 veces la de chicos; 2,4 en el total de la UE). La proporción por tanto de chicos que opta por estos estudios crece en función del nivel socioeconómico y la brecha de género es mayor en el subgrupo de alumnado desfavorecido. 

 

  1. C) Expectativas hacia las profesiones TIC por nivel socioeconómico y género

Entre los estudiantes españoles de 4º ESO que esperan desarrollar su profesión en el ámbito de las TIC observamos una diferencia de género ya analizada, pero que no se ve afectada en tan gran medida por la variable socioeconómica. En España entre el colectivo de alumnado desfavorecido solo el 1,5% de las chicas espera trabajar en el sector TIC frente al 9,6% de los chicos (6,4 veces más de chicos que de chicas) siendo esta diferencia de 13,8 a favor de las chicas en el total de la UE. 

Entre los alumnos españoles favorecidos socioeconómicamente que esperan trabajar en el sector de las TIC, solo el 0,9% de las chicas frente al 6,1% de los chicos tiene esta expectativa profesional por la tecnología (menos porcentaje total que en el grupo del alumnado desfavorecido para ambos géneros, y 6,7 veces más de chicos que chicas). Cabe destacar que en el total de la UE aparecen diferencias más importantes puesto que en el subgrupo de alumnos desfavorecidos los chicos tienen una proporción 14 veces superior a la de las chicas, un porcentaje que se reduce entre el alumnado favorecido (9,4 veces superior). 

Nuevamente, es muy significativo el bajo porcentaje de alumnos, favorecidos y desfavorecidos socioeconómicamente, que esperan trabajar en el sector TIC, siendo muy bajo el porcentaje de niñas que en ambos subgrupos espera encontrar un desarrollo profesional en este campo tecnológico. No obstante, es también significativo que la proporción de alumnos que espera trabajar en el sector tecnológico sea superior en el subgrupo más desfavorecido económicamente. 

En el próximo artículo se analizarán las expectativas hacia las profesiones STEM en función del nivel de rendimiento académico y el género. 

Si quieres saber más, puedes descargar aquí nuestro informe La persistencia de la brecha de género en la educación STEM.