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“Hay pocos milagros en los centros rurales, pero iniciativas como ASTI Robotics Challenge lo hacen posible”

Si hacemos lo que hacemos en Fundación ASTI es por historias como la que nos contaba hace unos días Gregorio Maestro, profesor en un instituto rural de Palencia que resultó ganador en nuestro último ASTI Robotics Challenge. Es una historia de cómo la robótica educativa impulsa el esfuerzo y el trabajo en equipo y convierte a un grupo de jóvenes en protagonistas de su propio futuro.

 

Empieza la semana en el IESO Tierra de Campos, un centro rural de Paredes de Nava (Palencia). El instituto en pleno recibe a Christian, Luis, Juan Pablo, Eduardo, Dani, Darío y Alejandro como auténticos héroes después de haber participado en ASTI Robotics Challenge. Compañeros, profesores, conserjes, personal de limpieza… todos se vuelcan con Ensalada Spider, el equipo que ha logrado hacerse con el Premio al Mejor Rendimiento del Torneo en Categoría 1, Gran Final del concurso de robótica más importante del país en su categoría, que se ha celebrado en Burgos el día 13 de abril. La directora del centro está convocada a una entrevista en la radio local y el alcalde anuncia una recepción para los jóvenes. 

 

Nos lo cuenta Gregorio Maestro, profesor del Tierra de Campos, que relata una semana llena de emoción y lágrimas de alegría. Gregorio, Goyo, es el responsable del equipo de robótica en el instituto y ha visto trabajar duro a sus alumnos durante meses y esforzarse, con éxito, durante el torneo.  “Fue un día espectacular, disfrutamos de lo lindo, todo salió de cara, los padres que nos acompañaron se emocionaron con el trabajo de sus chicos”. Porque, aunque solo Ensalada Spider logró hacerse con el premio, Croqueta Spider también logró meterse en la final, entre los 36 equipos de toda España, todo un éxito. 

 

El equipo de robótica de este centro rural palentino se formó hace unos años y no precisamente con el objetivo de reclutar “a los buenos”, sino el de ser un espacio distinto abierto a todo el que quiera. Dice Goyo que, a veces, invita a entrar a los alumnos que presentan mayores dificultades, como una forma de que descubran una nueva afición que no sabían que existía.  

 

Goyo defiende lo maravilloso de trabajar en un centro público y (“muy”) rural y cómo estos lugares permiten que chicos que están poco “descolgados del sistema” puedan intentar mejorar su futuro. Y aunque reconoce que “milagros, muy pocos”, asegura que son las iniciativas como ASTI Robotics Challenge las que los hacen posible.

Alumnos recogiendo el premio

Fotografía de cabecera obtenida en la página web del Ayuntamiento de Paredes de Nava

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